Relato Porno
Jueves 7 de Diciembre a las 18:57 de la tarde, es hora de salir de la oficina y volver a casa, como otro día cualquiera. Apago el ordenador pongo la silla en su sitio de un golpe, cojo el abrigo, me pongo los auriculares y me dirijo sin cruzar la mirada con nadie directo a la salida.
-Antes de irte puedes mirarme estos inform…
No falla, siempre en el último momento piden algo, antes de que acabe la pregunta estoy ya en el ascensor. Mejor así, casi siempre son tonterías irrelevantes y no estoy para más historias hoy. Acelero al pasar por el hall del edificio de oficinas no vaya a ser que me cruce con otro inútil de la oficina. Tres grados, un viento cortante y algo de lluvia me reciben con su peculiar abrazo según piso una gran arteria de la capital.
-Lo de siempre -Me digo a mí mismo.
Voy en dirección al metro, y como no, el metro está lleno y huele igual que cuando abres una nevera que lleva desenchufada unas horas. Lo único bueno rozando la depravación es si acaso el roce o las miradas hacia las mujeres vestidas y maquilladas que vienen de otros puestos de trabajo o de las oficinas, todas ellas muy arregladas, aunque es solo como un escaparate del que no puedes comprar nada.(y mucho menos tocar XD)
Las estaciones van solas a ritmo de heavy metal y miradas indiscretas a través de reflejos en la ventana del metro y otras directamente porque no me doy ni cuenta, casi todo el mundo parece amargado y yo no voy a ser menos, ¿se necesita algo para ser feliz?¿la felicidad es el propio camino para ser feliz?¿una vez que eres feliz, ya está? o por el contrario ¿se es siempre feliz a menos que pase algo malo?, es mejor dejarse de tonterías que no me llevan a ningún sitio y seguir mirando escotes, claro que sí, aunque por otro lado no sé si mirar escotes me llevará a algún lado, pero esta claro que si me lleva será un sitio más cálido y mejor que este jodido metro.
Llego a mi estación, escaleras mecánicas, que gran invento, un sin fin de ángulos para pervertidos sin tener que realizar el mínimo esfuero para subir unas decenas de metros. Una chica me adelanta por la izquierda pero sigue subiendo y se topa con alguien tres escalones más arriba con menos educación que yo que no la deja pasar y que va ocupando todo el ancho de las escaleras mecánicas. Por detrás la verdad que parece una chica guapísima. Como si me hubiera leído el pensamiento y al verse bloqueada por delante se gira 180 grados y me pilla ‘inspeccionando’ de abajo a arriba hasta que me cruzo con sus ojos.
-Que cazada campeón… -sigo hablando conmigo mismo mientras me doy cuenta de que la chica no es tan chica, es más bien mujer, hecha y derecha. Normalmente la edad es un grado y no creo que se espante o me mire mal. En efecto, la mujer se volvió a dar la vuelta al ir acercándose el final del tramo de escalera y siguió su camino con paso muy decidido con un restallar de sus tacones por los pasillos del metro no muy por delante de mi. Me pongo a mirar el móvil para pasar de canción y se me cae al suelo, a la que me levanto ya no está mi musa.
—Monólogo Interior—
-¿Musa? ¿tan rápido?
-sip, una mujer que para lo bueno y lo malo seguro que tiene rodaje, de las que te cogen y te destrozan
-enga ya, la has visto, seguro que esta pasada ya…
-¿la has visto bien? no era perfecta claro que no, pero de ahí radica lo mejor, las imperfecciones que las hacen únicas, ese lunar en la mejilla, una nariz con personalidad, un culo que quizá es un poco más grande para la harmonía del resto del cuerpo, una chaqueta de cuero que entre deja ver una camisa larga y un pelo negro azabache. No te las imaginas haciendo nada, pero pueden hacer de todo, quizá sea por esa misma razón, que son tan atractivas y den tanto morbo todas y cada una de ellas.
-de acuerdo, estoy de acuerdo, una musa.
—Fin Monólogo—
Al pasar los tornos de la salida veo que la lluvia se ha intensificado, yo no llevo paraguas y al parecer la musa tampoco, que está esperando en las escaleras. Me quedo esperando un par de minutos por si amaina la lluvia revisando el movil por si ha ocurrido alguna catastrofe a nivel mundial.
-Perdona, ¿sabes donde está la calle Jose Villena?
Esto me pilló totalmente por sorpresa, tanto que me quedé atontado como si no me hubiera enterado de nada además llevaba los auriculares puestos. Me los quito y:
-¿Disculpa?
-La calle Jose Villena, ¿sabes donde está?
-La verdad, es que soy del barrio, me suena que está por aqui pero no sabría decirle, si quiere se lo enseño en google maps.
Ella asiente con la cabeza y se acerca mientras yo como un caballero me disponía a buscar la calle a mi musa. De esto que doy a google chrome en el movil y aparece la última búsqueda…como no, de la última paja de ayer: Mejores corridas en la boca 2017 – Pornhub.com. Ella por supuesto lo ha visto, da igual mis desesperados intentos de darle a ‘volver, volver y volver’. Mi cara de horror por dentro fue épica sin embargo creo que no se me notó nada por fuera si acaso una ligera sonrisilla de complicidad nerviosa de que me habían vuelto a cazar. Nos hicimos como los suecos como si fuera algo normal, o nadie hubiera visto nada, ella me miró y luego miró el movil mientras yo buscaba la dichosa calle en google maps, desde luego toda una anécdota. Al final le enseñé donde estaba la calle y subí con ella las escaleras, que ya habia parado un poco de llover.
-¿Dijiste que eras del barrio?- preguntó sin mirarme.
-Si, en esta calle exacta, el número 26, ¿eres también de por aquí?- Contesté casi invitándola a subir o con actitud de ello desde luego, había visto el porno de mi movil y no había huido no sé si por aparentar o porque no le importaba.
-He venido a ver a unos amigos que acaban de tener un bebé.
-Muy bien, eso está bien, todos y todas quieren fotos con un enano baboso, yo cuando babeo nadie quiere fotos conmigo 😛
-Jajaja ¿tu babeas?- sonreía mientras se sacaba un piti.
-Solo si me lo piden.
-Jajaja -Siguió riendo mientras se encendía un piti- ¿Y a qué te dedicas?
-Principalmente soy editor de fotos, para revistas, catálogos…de todo un poco, trabajo de oficina con un ordenador, nada muy glamuroso. -Yo trataba de alargar la conversación- ¿y tú?
-Yo soy abogada especializada en casos laborales.
Como no, mi musa es abogada, todo un curro para toda una mujer que se sabe las cosas y sabe como las quiere.
-No me vendrías mal jaja, seguro que me están estafando horas como un tonto allí en mi empresa…bueno yo me quedo aquí que es mi portal, el 26.
-Ahh ¿este? que cerquita, bueno pues que te vaya bien.
-¿Ey perdona antes de irte me darías tu movil señorita x? -Lo acompañé con mi mejor sonrisa que creo que no es mala, sin embargo no caló.
-Mmm, no, perdona lo siento es que me tengo que ir. -Y se alejó con ese paso decidido y esos tacones que restallaban por la calle.
-Ok, entonces que le vaya bien señorita X.
Entonces…¿Por qué entabló conversación?, supongo que no todo el mundo es tan desviado como yo, en fin, otra vez será. Justo en ese momento empezó a llover a saco, casi como una tormenta.
-Se va a dar un buen baño…jaja -Pensé mientras subía las escaleras del portal a oscuras porque el ascensor no funcionaba.
Me quito los zapatos, la camisa y tiro los pantalones, todo al sofa del mini salón. Me dirijo con mi prenda favorita puesta (los gayumbos) hacia la habitación donde me queda algo de marihuana en la pipa, se pierde mucho pero es más cómodo y es pura y simple vaguería, tratando de encender la pipa por el pasillo de la cocina para coger una lata de cerveza de la nevera, por la ventana del patio interior se oye como llueve a cántaros, se colaba un aroma a tierra mojada. Justo debajo de la ventana está la bolsa de basura llena mirándome con pena, está claro que su sitio ya no es mi cocina. Le pego un trago gordo a la yonki lata y un buen tiro a la pipa, ahora el mundo es un lugar mejor. Me pongo unos pantalones cortos sin atar, una camiseta cutre, las playeras y cojo la bolsa con una mano mientras sostengo a mi amiga la cerveza en la otra mano. Bajo las escaleras abro la puerta de la calle y ahí estaba mi musa.
De nuevo me quedo atontado, con la yonki lata y la bolsa de basura. Ella estaba empapada de arriba a abajo, la chaqueta de cuero con las gotas surfeando en su superficie y la camisa de debajo transparente por el agua, mi mente ya estaba pensando en otras cosas…
-¡Ey vecina!, ¿señorita X que haces aquí? -Se giró y me vio en mis méjores galas.
-Ho-hola, pues, es que mis amigos no han llegado todavía por esto de la tormenta seguramente y me iba a refugiar en la boca del metro o coger un taxi e irme… -Se quedó allí parada mirándome como si estuviera esperando algo.
-Si quieres nos refugiamos en el portal, ¿Te hace un traguito?
-No te voy a decir que no -Esa respuesta me sorprendió, ella ya se había fijado en la lata y la verdad es que sí que le dio un buen trago a MI lata de cerveza. -Hueles a humo
-Si, a humo del bueno, nada mejor al volver a casa después de currar, ¿También quieres?, pero eso lo tengo arriba en casa. Tampoco creo que sea mala idea que subas y te seques si quieres, no tengo ropa de mujer pero sí toallas y alguna camiseta que aun quedándote grande te valdrá.
Se vio a sí misma en el espejo del portal lo calada que estaba y accedió.
-¿No serás un violador no jaja?
-No…¿y tú?¿Si fuera un violador te lo diría?
-Si lo fueras supongo que lo habrías intentado antes…
-A lo mejor soy un violador muy vago.
-jajaja
Esas risas parecían quitar un poco de hierro al asunto de que dos desconocidos estuvieran mojados y apunto de ir a casa de uno de ellos.
Esta vez subimos en el ascensor, el cual creía que no funcionaba…pero al dar al botón esta vez si que bajó a buscarnos.
-Todavia no me has dicho tu nombre señorita x. -Conversación perfecta para cuatro pisos en ascensor en lugar de mirar al techo.
-Irene. -Contestaba mientras se quitaba chaqueta mojada…dejando ver una camisa blanca de manga larga mojada en la que se transparentaba un sujetador negro, la camisa iba pegada al cuerpo haciéndolo todavía más utópico, como si fuera el envoltorio de plástico transparente de un caramelo muy dulce. Aproveché para mirar mientras ella parecía sacudir el agua de la chaqueta. Yo esperaba que ella preguntara mi nombre también, pero no lo hizo, y no sé porque no lo dije. Llegamos al piso cuarto, abrí la puerta y cogí lo primero la pipa de maría.
-Si sabías a qué olía es porque fumas o has fumado, toma.
-¿En pipa?
-Ya te dije que soy un violador muy vago.
-jeje es buena, la verdad que con la mierda de día si que apetece.
-Ahí esta el salón, voy a buscarte algo de ropa
-Vale
Yo estaba acelerado, fui a mi habitación a buscar lo que fuera que le valiera, una camiseta de barón rojo de hace años que me está un poco justa…una toalla del cajón…Cuando volví al salón encontré a Irene sentada a oscuras en el sofá cruzada de piernas, se había quitado los pantalones mojados y se veían unas bragas blancas de encaje y la camisa blanca todavia empapada todo esto bañado por la única luz que entraba al salón, que era una luz naranja de una farola de la calle en una tenua neblina delhumo de la pipa. Sin duda era la mejor estampa que había visto nunca. Tuve una erección casi inmediata, tanto que creo que mi cerebro dejó de funcionar y me quedé bloqueado como un ordenador.
-¿Estas ahí?
-Si si, ¿que haces a oscuras Irene?
-No sé de donde se enciende la luz y te has ido con prisas a buscarme ropa.
-Cierto…toma- Me acerqué un paso y casi se la tiré, no quería que se diera cuenta de mi masiva erección, y me di la vuelta y:
-Voy a por otra cerveza
No sabía que hacer, estaba un poco fuera de mí…fui a la cocina y empecé a respirar hondo, no había manera de bajar esa erección, abrí la nevera, cogí otra yonki lata, será mejor apagar la luz para que no vea esto.
A la que voy por el pasillo, la oigo viniendo hacía a mí.
-¿Estas ahí?. -Pregunté
-Si, donde te puedo dejar la ropa moja…..
En ese preciso momento y al no haber luz nos cruzamos y topamos en el pasillo, solo se distinguían formas y contornos en la tenue luz, no sé con que parte de su cuerpo rozó mi polla, pero fue muy agradable, no sé si ella se dió cuenta de aquello. El tiempo se detuvo, lo único que se movía era el humo de la marihuana de la pipa que ella llevaba en la mano. No me pude contener y con la mano derecha la cogí de la cintura como si fuera en defensa propia por el choque a oscuras, sin embargo la mano ahí se quedó como si siempre hubiera pertenecido a ese lugar. Ella llevaba la toalla como pantalón y todavía la famosa camisa blanca. Aunque casi no se vislumbraba nada, nuestras caras estaban casi casi pegadas, notando casi la respiración cada uno del otro que en mi caso estaba un poco alterada. Ella no decía nada así que….cogi aire por la nariz y lance un tímido beso donde creía que estaban sus labios, fallé al 50% como un cretino…le di la mitad en la mejilla y la otra mitad en la parte derecha de los labios.
-¿Qué haces?
-No tengo ni la más remota idea, pero me ha gustado
Otro silencio que parece eterno, esta vez volví a lanzar pero después de haber fallado la primera podía calcular mejor la posición. Hice diana, ella se quedo como quieta, pero antes de yo retirar los labios ella abrió un poco la boca para continuar la hazaña. Era un sabor genial, aunque no me gusta el tabaco, he de decir que era muy dulce como el chocolate amargo, el intenso. Esa mezcla entre cerveza, maría e Irene era maravillosa. Dejé la lata en la mesita del pasillo para aprovechar y cogerla de la cintura con las 2 manos. El beso poco a poco paso a mayores, la respiración se convirtió en un desesperado intento de buscar aire y las lenguas se entrelazaban acabando con una serie de pequeños picos. Di un trago a su cerveza, ella dio otra calada a la pipa, y sin movernos del sitio repetimos acción, esta vez ella metió su mano libre entre el pelo de la parte de atraás de mi cabeza. Como si estuviera acariciando césped. Decidí esta vez bajar al cuello, a ver cuanta sensibilidad había ahí. Mi lengua recorrió su cuello, subió hasta su oreja y volvió a sus labios. Ahora ella parecía sedienta pues cuando volví a sus labios me mordió ligeramente. Algo de pasión se desató porque en un vaivén mientras nos liábamos me di una buena hostia con la mesita del pasillo.
-¿Nos ponemos cómodos?. -Propuse mientras ponía la mesa en su sitio
-Si jaja será mejor.
Se le cayó la toalla que utilizaba de pantalón dejando ver esas blancas bragas de encaje preciosas, le quedaban bien, mejor que un tanga o un culotte. Me dio un pico y la lleve de la mano al sofa del salón donde ella estuvo sentada antes. Puse la toalla como cama la cogí y la tumbé encima de la toalla. Irene se empezó a quitar la camisa pero no la dejé, metiendo la mano por debajo de la mojada camisa me las arreglé para quitarle el sujetador. Sus tetas estaban frías y mojadas pero eran perfectas, grandes y con un poco de caída. Empecé a masajearle las tetas con las dos manos para que entrara en calor mientras le lamia el cuello, sus pezones estaban duros mientras jugueteaba con ellos. Su respiración empezo a sonar levemente como un gemido.
-mmmm…ahhh…
Me cogió las manos para que cogiera sus tetas con un poco más de fuerza mientras mi polla todavía dentro de los pantalones se rozaba con sus bragas. Seguimos besándonos y conseguí liberar una mano para desabrocharle la camisa pero no quitársela, solo abrirla del todo. Nos dimos un respiro, ella estaba tumbada en mi sofá rodeándome con sus piernas, con el pelo mojado, con la camisa desabrochada y sin sujetador, yo estaba de rodillas encima del sofa y me quité mi camiseta. Irene me indicó con los dedos que me acercara, me estaba invitado a volver junto a ella, nos dimos un muerdo y empecé a bajar para lamer sus preciosas tetas. Con las piernas ella me bajó un poco los pantalones cortos, lo justo para que yo cogiera su mano y la llevara dentro de mi ropa interior. Automáticamente empezó a masturbarme y se me escapó un suspiro después de contener la respiración.
Yo me quede de piedra nunca mejor dicho, ella escupió en su otra mano y fue a parar al mismo sitio. En ese momento yo estaba casi tumbado encima de ella y ella me estaba acariciando la punta, llenando de saliva y masturbando mi polla.
-¿Te gusta?
Acompaño una sonrisa de complicidad y antes de que pudiera responder, ella empezó a pajearme fuerte lo que me dejo casi sin habla.
-aah….si, s-s-i, pero espera un momentito…
Ella paró y menos mal porque era una situacion insostenible, estaba demasiado caliente. Aproveché para quitarle la camisa entera y al llegar a las manos se las até con la propia camisa por encima de la cabeza. Con una mano la sujete sus dos manos, la otra mano se abrió paso por el interior de sus bragas y mi boca estaba comiéndole el cuello, ahora quien estaba a mi merced era ella. Tenía el pubis perfectamente depilado salvo una excepción de una línea vertical de pelo corto. Me lamí la mano y empecé a lubricar su clítoris dentro de sus bragas, yo miraba como se contoneaba en el sofá debajo de mi con la luz naranja y los reflejos de la calle, era algo muy morboso. Empezó a jadear levemente y fui a besarla para robarle el poco aire que tenía.
-¿Te puedo hacer una foto para mi? Estas preciosa así, si quieres puedes apartar la cara o algo asi, me gustaría inmortalizar esta escena.
-¡Así que no eres un violador pero si un voyeur o algo de eso? Mmmm bueno vale, pero solo si te pones conmigo.
-De acuerdo eso esta hecho.
Fui a por mi cámara que estaba en mi habitación corriendo para no dejar pasar el calentón. Cuando volví Irene estaba sentada en el sofa abierta de piernas con sus bragas puestas y sus brazos atados encima de su cabeza y con el pelo revuelto. No me acerque ni un milímetro más y lancé algunas fotos directas desde la puerta, el flash parecían rayos de la propia tormenta de fuera. Me gustaba hacer fotos volví a tener una grandísima erección según me iba acercando y haciendo distintas fotos.
-¡Dijiste que te pondrías conmigo!
No malgasté ni una sola palabra más, le di la cámara a Irene, me arrodillé delante de ella, le baje un poco las bragas y pillándola desprevenida empecé a lamerla. Se le escapó un grito mudo porque no se esperaba ese movimiento. Seguí lamiendo su clítoris, empapándolo bien en saliva, deseando empezar un cunilingus. Con una mano me estaba pajeando y con la otra le acariciaba las tetas, ella cuando se volvió a componer, cogió la cámara e hizo algunas fotos…en las que salía yo comiéndola el coño.
-Me toca tumbarme.- Dije mientras la miraba a la cara estando entre sus piernas.
-Ella sonrio y dejo salir mi cabeza.
Me tumbé en el sofá pero cuando ella fue directa a por mi polla, de nuevo no la dejé, ella estaba de rodillas un poco confusa asi que me metí ‘debajo’ de ella para seguir practicándola sexo oral, de nuevo no se lo esperaba y pero parecía que le gustaba eso de follarse mi boca. Me cogió la cabeza mientras se movía como un látigo en las direcciones que ella quería que yo lamiera y yo la cogía del culo para intentar comerme todo lo que pudiera, metiendo mi lengua lo más dentro de su vagina que pudiera. Empezaron los gemidos, hizo alguna foto seguramente desenfocada y se acordó de que si me soltaba la cabeza podría coger mi polla y calentarme.
Así estabamos los dos, ella encima de rodillas con la cámara en una mano y mi polla en la otra y yo debajo casi sin poder respirar comiéndome su coño. Me gustaba tenerla encima y ver su cara de placer asi que le quité la cámara e hice alguna foto desde mi perspectiva. Ella seguía moviéndose y arqueándose, sin duda alguna le gustaba aquello, cada vez más rápido olvidándose que era mi boca y no mi polla lo que tenía debajo. Llegó un momento en el que mi cara estaba llena de ella, ese líquido insípido y lubricante.
-Ahora me toca a mí hacerte cosas. -Además también es generosa en esto del sexo.
-¿Ya has acabado? -La verdad es que quería que se corriera en mi boca.
-No, no hemos acabado pero déjame.
Se quitó de encima y me senté en el sofá, ella se puso de rodillas en el suelo entre mis piernas.
*** *** *** ***
Me escupí la mano y empecé a acariciarle la polla, tenía una buena polla estaba muy muy dura y estaba ya mojada como si perdiera aceite. Me lamí la mano y empece a bajar hasta abajo y subir despacio, apretando bien para que lo notara. Le hacía cambios de ritmo, primero muy despacio, luego unos segundos muy deprisa, el se movía y gemía un poco mientras le miraba su cara de placer. Me levanté un poco del suelo para darle un muerdo y después bajé directamente para meterme la polla en la boca.
-ahhhhhh-ahah
No podia verle la cara ahora que tenia su polla en mi boca pero sabia que le estaba gustando, me cogió ligeramente la cabeza con la mano acompañando el movimiento de mi mamada. Me encanta cuando mis labios se llenan de líquido seminal, se vuelven lubricados y resbaladizos lo que lo hace mejor para seguir chupándole la polla. Me la saqué de la boca y me la puse entre las tetas el se agachó para darme un beso de: «gracias por lo que estas haciendo». Me sujetó un poco las tetas y empezó a hacerse una paja con ellas. Me aburrí de la cubana y volví a bajar para seguir lamiendo, esta vez por el tronco, por fuera, de arriba abajo solo con la lengua hasta que casi me suplicara que me la volviera a meter en la boca entera. Y así fue, me cogió la cabeza con las dos manos y dirigió mi boca hacia su polla y la introdujo y justo lanzó un suspiro a la vez que un gemido, me encantaba así que iba a ir hasta el final, con su polla dentro de mi boca empecé a masajearle la punta con la lengua y a pajearle fuerte con la mano hasta que:
*** *** *** ***
-Irene, Irene, ahhh, ah-ah, para para por favor. -No quería acabar tan pronto la hazaña, y ella era muy buena en lo que estaba haciéndome.
-¿De verdad quieres que pare? Sacándose la polla de mi boca sin dejar de masturbarme con una sonrisa en la cara
-Si, bueno no, es que creo que quedan cosas por hacer.
La llevé a una habitación, mi habitación de revelado.
-¿A dónde me llevas?
-A una habitación especial, espero que no te asuste jaja
-¿Debería?
-Que no tonta jaja
Estaba todo a oscuras, cerré la puerta y encendí la luz de seguridad roja intensa de la habitación de revelado. Daba calidez y morbo. Pude ver la cara de sorpresa de Irene.
-Pero que…así que ¿esto es lo que haces con las fotos?
-Si, son para mí, para nadie más.
-¿Me vas a colgar aqui también?
Me acerqué a ella, le metí dos dedos en el coño y le susurré.
-Solo si tu quieres.
Todas las paredes de la habitación están forradas con fotos o imágenes amateur de otras compañeras sexuales, fotos morbosas, follando, con corridas, masturbaciones…esto junto con el rojo intenso de la luz de seguridad era como una oda al placer.
Creo que ya daba igual cualquier pregunta o respuesta, ella estaba de pie contra la pared con 2 de mis dedos dentro, la otra mano acariciendo las tetas mientras le comía la oreja. Saqué los dedos y se los metí en la boca para darle un muerdo después, empecé a frotar mi polla con su pubis, necesitaba metérsela ya y por sus gestos creo que ella también, levantó ligeramente una pierna, yo se la cogí para levantarla un poco más. Me agarró la polla y la dirigió hacia su coño en cuanto noté la vagina humeda empujé y se la metí entera. Empezamos a coger ritmo allí contra la pared, todo rojo y lleno de fotos eróticas y sexuales. Le di la vuelta para seguir dándola por detrás, sus gemidos se hacía mas fuertes y no hay que ponga a un hombre más que eso, así que aceleré el ritmo, ella empezó a arquear más la espalda hacia abajo casi quedando en 90 grados como si quisiera cambiar el ángulo de entrada de mi polla para que rozará en algún sitio muy sensible dentro de ella. A la vez ella me iba echando un poco hacia atrás. Yo seguí dándole con más fuerza hasta que la cogí fuerte de las caderas y le di con todo lo que pude, de repente y tras pasar casi a dar gritos de placer sentí que ella se había corrido le empezaron a temblar las piernas por las que caía lubricante suyo natural. Se dio la vuelta y lanzó un muerdo muy apasionado.
-Dame un segundo que voy a coger una cosa.
Todavia quedaba el final del acto. Cogí de un armario ya lo último de lo último, un flash de discoteca blanco que puse encima del armario. Lo encendí, al principio era molesto pero era un arma definitiva.
-Espero que no te importe Irene
-Es un poco psicodélico, pero tampoco es raro que tuvieras algo así y estoy acostumbrada a la vieja noche madrileña.
-jajaja
La senté en una silla reclinable que quedaba a la altura perfecta para follar y sin mediar palabra se la volví a meter, ahora si estaba todo, su coño estaba super húmedo después de haberse corrido, todas las paredes llenas de fotos porno de otras chicas con las que he follado y algunas de parejas desconocidas que me habían pasado, el flash de discoteca que parecía ralentizar todos los movimientos en frames a cámara lenta entre el rojo y el negro, los efectos de la marihuana y la cerveza…solo quería estar ahí y seguir follando. Los gemidos, la respiración, las luces, la penetración, las fotos, nuestras caras, era todo un homenaje al cuerpo y al placer.
-Me voy a correr- Soltó Irene asi que aceleré ella volvió a arquear la espalda y empezó a gritar, de nuevo esa ola de liquido caliente sobre mi polla….era genial.
*** *** *** ***
Me volvi a correr en su polla, cada penetración era puro placer estaba muy mojada, las luces parpadeantes no daban un respiro te invitaban a seguir follando, pero quería ‘agradecerle’ todo este sin sentido sexual.
-Ven aqui.
Le di un muerdo y le susurré:
-¿Quieres acabar como en los videos porno de tu movil?
-Si, me encantaría.
-Entonces pídemelo.
-Estoy deseando correrme en tu boca.
Según dijo eso me recosté un poco más en el sillón reclinable, me eche saliva en las tetas y me meti su polla entre ellas, el se follaba mis tetas y yo veia como su polla iba y venia, de vez en cuando la agarraba y le chupaba la punta. Me cogió las tetas, las apretó un poco más, empezó a gemir, ya estaba a punto de correrse asi que cuando fui a coger su polla empezó a correrse antes de que me la metiera en la boca, me dio en la mejilla y en el cuello. Rápidamente me la meti en la boca ya que quería su semen caliente dentro de mí. Fue una corrida muy grande y muy fuerte, parte de su semen fue directo a mi garganta y lo notaba bajar, tuve que escupir un poco porque entre su polla y el semen me llenaba la boca, el semen me caía por la barbilla hacia mi cuello y mis tetas.
Esto no ha acabado pensé y a sabiendas de que el pene se vuelve muy sensible después de correrse decidí torturarle un poco, segui chupándole la polla mientras el se debatía entre el dolor y el placer.
-Ahhh, para Ire-Ahhhh….
Eran casi gritos desesperados y le daban casi espasmos. Yo seguía lamiendo y masajeando la punta de su polla hasta que se zafó de mi y se puso a extenderme como si fuera crema el semen que se me había caído por mis tetas, mientras me besaba para acabar el acto.
*** *** *** ***
Apagué todos los artilugios y cerré la habitación. Nos quedamos dormidos en el sofá bajo una manta mientras le hacía cosquillas en la espalda con la mano.
Por la mañana, Irene no estaba, creía que quizá habia sido un sueño pero no, no lo fue. Lo último que recuerdo fue correrme en su boca mientras y que todo le caía hacía el cuerpo. Empecé a limpiar un poco, las latas de cerveza, alguna mancha en el sofá, la ceniza de la pipa…estaba pensando en lo bueno que había sido y que además tenía material para inmortalizarlo. Me sorprendí al ver que el memory stick había desaparecido de la cámara y yo no recuerdo haberlo sacado en ningún momento. Quizá es que en ningún momento hubo un memory stick dentro de la cámara…no puede ser…me volví un poco loco buscando y pensando hasta que al pasar por la puerta de mi casa vi pegado con celo esas inconfundibles bragas de encaje blancas con un post it:
«Quiero ver las fotos yo primero, si me gustan volveré a por más, de momento quédate con ella de rehén»
Se me escapó una sonrisilla, que lista…bueno, ni siquiera recuerdo que había en esa memoria de la cámara, espero que no haga nada raro. Por cierto, ahora que me doy cuenta es viernes, llego bastante tarde al curro:
-El curro puede esperar, el mundo es un mejor lugar hoy.
Y me di una ducha, me fui a desayunar un americano al VIPS y me fui tranquilamente con mi heavy metal hacía el metro, donde pordía volver a fantasear con mujeres que se podrían cruzar en mi vida.
Por N4brud
Por fin un buen relato porno en internet. Me ha encantado.